Cuando en el sistema nervioso se encuentra un nervio dañado, se produce un dolor constante y de gran intensidad sin necesidad de que exista una verdadera amenaza, este dolor por lo general es un dolor crónico, al cual se le conoce como dolor neuropático.
El dolor neuropático puede ser intermitente pero por lo general es un dolor persistente, que puede ser espontáneo o provocado por algún estímulo externo, cuya percepción resulta fuera de lo normal.
¿Por qué aparece el dolor neuropático?
Es muy común que este trastorno neurológico aparezca a causa de una lesión, así como también en muchos casos su aparición se debe a una enfermedad del sistema nervioso central o periférico. El dolor neuropático se origina cuando el sistema nervioso no funciona de manera normal por lo que interpreta los estímulos externos de manera errada.
Entre las posibles causas que también pueden dañar el sistema nervioso periférico se puede enumerar afecciones como infecciones, desequilibrios nutritivos, alcoholismo, enfermedades del sistema inmune como el cáncer, el VIH, padecimientos renales, accidentes cardiovasculares, además de traumatismos en los nervios.
¿Qué empeora el dolor neuropático?
El dolor neuropático puede empeorar de una manera considerable cuando el paciente permanece inactivo. La falta de movilidad ocasiona que el dolor se intensifique, y la molestia sea mayor. Lo más recomendable es mantener el cuerpo activo y conjuntamente con la debida supervisión médica ejecutar rutinas de ejercicios, así como sesiones de rehabilitación que permitan el manejo del dolor.
Cuando el dolor neuropático se intensifica, puede pasar que el paciente se niegue a darle movilidad a la parte del cuerpo donde se localiza el dolor, lo que a su vez ocasiona que los movimientos se limiten y se atrofien los músculos.
Por otra parte, en muchos casos se ha observado que hay medicamentos que con el tiempo pueden llegar a empeorar el dolor neuropático y llevar a desencadenar una discapacidad.